martes, 4 de diciembre de 2012

Mandinga

Siempre he sido desordenada. SIEMPRE. Desde que tengo uso de memoria recuerdo que me regañaban por no tender la cama, por no bañarme rápido en la mañana, por dejar la casa de las Barbies "armada" por días en mi cuarto, tener muchas revistas Tambor alrededor de la cama, perder los anteojos en un sin fin de oportunidades (que varias veces los encontré en el hocico del perro Lucky). Ser organizada nunca fue mi fuerte. Tampoco la puntualidad.

Creo que mi mente es organizada para unas cosas y para otras no. Soy muy mala calculando el tiempo. Pésima. Y hablo demasiado además.

Cuando repartieron la habilidad de ordenar y la capacidad de controlar el tiempo yo llegué tarde.

"El que no tiene minga tiene mandinga."

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