martes, 25 de septiembre de 2012

Escomponte Perinola

Tercer grado: Día de pintura con témperas.

"Voy a ponerles algo fácil-pensé yo- para que no duren tanto pensando y pinten más..."
-Bueno chiquillos, ¿Ustedes conocen los cuentos de mi Tía Panchita? Lo que vamos a pintar algún cuento de Carmen Lyra de los cuentos de mi T...
-¿De quiéeeeeeen? Dijeron un montón.
- ¡Carmen Lyra!! ¡Los cuentos de mi Tía Panchita! ¡¿No se los saben???! Los de Tío Conejo, Tío Tigre, Tía Zorra... ¿¿NO?? ¿Ningunooo???-¡yo no cabía de la sorpresa! (de la mala sorpresa.)
-Y Tío Coyote
-¡Aaaay :) usted sí se los sabe!
-No, es que esos son los del parque de diversiones...
-Ahhh...:( Bueno niños, entonces hagan la pintura de algún otro cuento o leyenda costarricense.
-¡Pero yo no me sé ninguno!
-Pero bueno, una leyenda, el cadejos, la llorona, la carreta sin bueyes, la monja del vaso de agua, el padre sin cabeza...
-¡Pero que yo no me sé ninguno! ¡A mí nunca me cuentan cuentos!

Mi tristeza profunda me hizo entender esa realidad. Ya no se cuentan cuentos en las casas y ya casi ni en las escuelas.
Me acuerdo de mi abuelita contándonos cuentos, y diciéndonos esporádicamente: ¡Cuidado va a salir con un domingo siete! Yo crecí rodeada de cuentos, de historias, de anécdotas, de refranes sabios, de imaginación y fantasía. Hacíamos plasticina de masa con sal y colorantes, hacíamos ropa de muñecas, hacíamos muñecos de papel, rellenabamos pizarras con trajes de vestir inventados por nosotras...

No recuerdo específicamente un momento, supongo que fueron muchos porque mi hermana y yo teníamos hasta el top ten de los más solicitados. Aparte, cada una amaba leer y podíamos leer por nosotras mismas. Y no solo teníamos los cuentos de mi Tía Panchita, también poseíamos muchos libros que para nosotros eran tesoros.

Yo amaba mirar y remirar las ilustraciones. Las veía y tenía mis favoritas. En esa época empezó mi facinación por ser ilustradora y colorista.

En los Cuentos de Mi Tía Panchita me encantaba ver las líneas limpias de los dibujos negros con fondo amarillo. Luego descubriría que esos dibujos para mi sencillos se llaman estilizaciones, y que no son tan fáciles de hacer. (Si usted estudió en la UCR Artes Plásticas seguramente la palmó para presentarle sus estilizaciones a Walter Berens)

Las palabras que para mis alumnos son absolutamente desconocidas a mi me recuerdan sabores, olores, colores. Cuando mi abuelita hizo por primera vez torrejas yo pensé: ¡UUUYYY, mi abuelita sabe hacer torrejas como las del cuento!!!"

Luego más grande mi pasión aumento por los cuentos de angustias y paisajes con sus grabados negros. Un libro pequeño que nos leímos en sexto grado. Historias cortas(yo sería hoy de fijo D.A. jaja), personajes interesantes, paisajes coloreados en mi mente hasta el día de hoy.

No creo que todo tiempo pasado sea mejor. Creo que hay que vivir intensamente "este momento crucial de la historia", como decía J.M.Pujadas. Pero si creo que hay que saber de dónde se viene y disfrutar la sabiduría popular. La tradición de boca en boca. Utilizar los dichos astutos, como "salir con un domingo 7." Buscar entretenerse con lo que es nuestro, no con Halloween y menos con los vampiros pura tusa de Twilight.

http://www.taringa.net/posts/arte/13346722/Maria-Isabel-Carvajal-Quesada_-Carmen-Lyra-2.html

http://www.guiascostarica.com/panchita/indice.htm

Necesito escanear dibujos de Tía Panchita para ilustrar el tema... se los quedaré debiendo.







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