jueves, 5 de julio de 2012

"My way or no way."

Con él mi corazón se bate entra la lástima y la cólera. Mi impaciencia tiene un límite de alrededor de 20 minutos con él, a veces menos, sobretodo por teléfono. Es muy complicado hablar con él. Explicarle cosas. Solo decirle cosas sin explicárselas. Es un tipo muy complicado. Mucho más complicado decirle como me hace sentir.

Antes le echaba la culpa de todos los males. Ahora que conozco la verdad lo puedo liberar de varias de sus culpas. Pero no de todas.

Hace unos años tuve que tomar una decisión: o su paz o la mía. Yo voté y sigo votando por la mía. No me gusta hacerlo sentir mal, pero con él hay que andarse con cuidado y a la defensiva siempre. Uno le pide un favor y sabe que el favor que él pida a cambio sera la mano, el codo, el hombro y él se cree con derecho de exigir más.

Es cerrado, terco, de ideas fijas, machista, desordenado con el dinero, con los negocios, cuando conduce como loco da miedo, es acosador, acechador, celoso, controlador, insistente, persistente, irresponsable, incansable. Creo que es engañoso, mentiroso y lo que más me da cólera : manipulador. El le da vuelta a las cosas una y otra vez hasta que uno le diga talvez, que para él es una puerta para decirle sí.

Tiene un alto potencial mental pero no lo utiliza sabiamente. Siempre he pensado que es un desperdicio de mente. "My way or no way."

El es socialmente incorrecto. Dice lo que no tiene que decir enfrente de quien no tiene que decirlo. Le cuestan las burocracias como " muchas gracias", "me podrías...", "Serías tan amable de...". Eso a él le parecen tonterías y pérdidas de tiempo. El no ve incorrecto algo si va de acuerdo a su plan, aunque la gente normal lo vea como una descortesía. Socializa solo cuando lo necesita. Socializa para sacar información. Ejemplos hay miles. No se da cuenta cuando empieza a sacar temas incómodos.

Él vive en una mentira. El se cree su propia novela, se cree lo que se inventa. Él se cree ejemplar. Cuando era más joven se creía un danddy.

La primera vez que leí 100 Años de Soledad me acordé de él. Y de mí. De ellos, de nosotros.

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