martes, 6 de julio de 2010

El Factor Luser

El factor luser se parece a la ley de Murphy, pero tiene que ver directamente con las personas, conmigo mismo, con las bestialidades de los demás. El factor luser es cuando esa persona en ese pequeño momento puede hacer que todo salga mal. ¿Haber olvidado cargar el chunche en ese día tan importante? ¿Comprar comida para llevar y no fijarse que faltaban los cubiertos y la servilleta? ¿El celular resbalándose de tus manos y cayendo exactamente en el caño? ¿Dejar ir dentro de la lavadora una media roja en tooooda la ropa blanca? ¿Un culantro dentro de los dientes y ningún desgraciado tuvo la cortesía de decírtelo porque les da pena? ¿una gota de pasta de dientes en el vestido negro cuando ya ibas a salir? ¿tratar de prender una fogata con una flecha encencida? ¿Olvidar las llaves dentro del carro? Un pequeño segundo, mientras se suelta la manigueta de la mano y volves a ver por la ventana, y están las llaves en el sillón, aguitás las manos, metes los dedos corriendo peligro de perder una uña y la puerta hace sin piedad: ¡CLICK!

A veces al planear una clase de artes plásticas con niños me pregunto: ¿Qué podría salir mal?... ¡¿Qué puede salir mal?! Todo está planeado. El dibujo original está hecho, las fotocopias sacadas contadas y listas en grupitos de siete, con dos hojas extra por si algun niño rompe alguna, los recortes de colores listos, las gomas listas, los lápices tienen punta, hay tijeras extra en cada mesa por si algún chiwin olvida las suyas, todo tiene nombre para que no se lo lleven, tengo toallitas húmedas y toallas de papel para limpiar al final, llevo un reloj grande y lo pongo en un lugar visible para terminar 10 minutos antes y que todos guarden sus pertenencias en sus bultos y que quede la clase impecable... Pero el factor luser siempre puede ser posible. ¡SIEMPRE!
Les doy la bienvenida, se acomodan, los niños "inquietos" se separan en diferentes mesas, todo va bien, doy las instrucciones, todo va bien, un niño se balancea en la silla, le digo que no y le explico que puede majarse los pies con las patas de la silla, o caer de espaldas, ¡estoy orgullosa!, doy vueltas por la clase ¿Alguna pregunta? ¿No? ¡Todo bien!

-...Teacher Piiii...Mi goma no sale...
- Vamos a ver...Ah , es que está taqueada porque se secó la goma dentro de la tapita, veamos... con esto vamos a destaquearlo...


Mientras detrás mío

-¡Suelte, es mio!
-¡NOO!!!¡MIOOO!¡
-Yo lo tenía primero!!!
-¡No me empuje!!
-Ay
-Ayyyyyyyy
-¡Teacheeeerrrr, veaaaalooooo!!!
-¡Basta, esos comportamientos no son admisibles en esta clase!
-¡Él empezó! ...
-¡No importa quien empezó! Niños, ya hemos hablado de las normas. En esta clase nadie por qué comportarse de esa manera.


Y en ese mini segundo todo pasa... Juaaaz, uno empuja al otro, que a su vez empuja al que se balanceaba con la silla y se maja un dedo del pie. -¡AAAAAAAAAAAYYYYY!!!. Detengo la pelea, los separo y atiendo al niño del dedo majado. De pronto, como si la consciencia me lo gritará, vuelvo la cabeza. El niño de la goma le ha quitado la tapa y agita la botellilla para que salga rápido. ¡No David, no! ¡ALTO! El infante bate violenta y rápidamente la botella abierta en el aire y para mi terror hilos de líquido blanco se disparan en todas direcciones y veo bañados a todos los niños de la mesa. - ... AAAAH(grita la mesa) -¡WAAAAAAA!(Llora el majado) Respiro y una voz nasal y oriental me dice en mi mente: "Factor Luser wey... Factor luuuser..."

Mi último encuentro cercano con el factor luser fue la semana anterior. Aprovechando unas horas libres que tenía, con mucha ilusión mi tía me estaba explicando como cortar una tela para hacerme una enagua. Como pegar el elástico y como coser correctamente el ruedo. :) Todo iba muy bien. Ya tenía la base, ahora en casa quería hacerle en mi máquina unos vuelitos culecos en la parte de abajo para que se viera coquetona. 10p.m. y Pilita ya había medido, cortado y hecho el ruedo del bendito vuelito. Ya había ilbanado(no sé si se escribe así), puesto alfileres y pegado a mano en puntada larga el vuelo para que no se moviera al pasarle la overlock. Empezé con cuidadito para asegurarme que funcionara. ¡Lindísima! Chiqui chiqui chiqui chiqui. Seguí cosiendo el ruedillo. Cosía un poquito quitaba alfileres. Muy bien, ya hice un cuarto. Muy bien... la mitad. 11p.m., "tengo sueño, pero que chiva terminarla hoy." Muy bien, sólo falta un cuarto. ¡Muy bien!"3...2...1...¡Listo!" La levanto y esto fue lo que pasó:



Que triste :( no me di cuenta, pellizqué una esquinilla y la overlock prenso tela de más arriba, cosiendo y cortando sin misericordia. No quedaba más que cortar el pedazo. Buuu... Todo un día de trabajo per-di-do. Tan linda que estaba quedando. Solo faltaba un cuarto...

Así quedó luego de una intervensión quirúrgica.


"-Tenemos que ooopeeerarrrr...
-¡Sí, sí seguro, seguro!"




No importa cuanto planeaste, ni que tan ilusionado estés, ni que tan urgente e importante sea. Sólo o acompañado... El factor luser llegará sin ser evitado.

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