En mi cumpleaños me hace muy feliz sentirme rodeada del cariño de mi familia, de mis amigos, de mis compañeros... La buenas vibras, los buenos deseos, sentirme querida, contar las bendiciones a través de los años. Saber que tengo salud, trabajo, dones, cualidades...
Al mismo tiempo me bombardea la presión social, las espectativas de lo que yo "debería estar haciendo" y como "debería estar viviendo". La mente de las mujeres costarricenses es formateada desde que somos niñas: "las niñas buenas se levantan y tienden la cama." Tenemos una idea precocinada de lo que deberíamos ser, como deberíamos vernos, con quien deberíamos casarnos, a la edad a la que deberíamos tener hijos. Promesas autocumplidoras. Y cuando no cumplo esas promesas me ofusco. Cumplirmelas a mi misma, cumplirselas a otros... me ofusca. Como mi amigo Chichi: me abruma.
Por otro lado el reloj no miente, y sigue corriendo. No se detiene ante nadie con síndrome de Peter Pan. Jajaja mi padre me llamó para tomar café y recordarme que un parto riesgoso empieza a los 35 años. Gracias papi... no era necesario recordarmelo.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedo yo hacer al respecto? ¿Mandar al carajo las espectativas sociales? Pues sí... Solo que no es tan fácil.
Recetearme la mente e instalar un formato nuevo no me es tan fácil. Por eso he decidido replantear mis batallas... Luchar más fuerte por lo que yo sí puedo hacer y hacer un SLOW DOWN... reducir la velocidad y tomarme las cosas con calma con lo que no puedo cambiar. Encontrar la diferencia también es difícil.... pero no imposible. Tener paciencia.
"Yo sé los planes que tengo para ustedes. Planes para su bienestar y no para su mal. A fin de darles un futuro lleno de esperanza, yo el Señor lo afirmo... Entonces ustedes me invocarán y Yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán porque me buscarán de todo corazón. Sí, yo dejaré que ustedes me encuentren y haré que cambié su suerte." Jeremías 29,11-14.
Como le digo a mis alumnos: "¿Cómo se aprende a tener paciencia?... Esperando."
Ayudate que Dios te ayudará.
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